“Enfermedades” versus “Nosotros mismos”: un camino hacia la sanación
¿Sufres de alguna enfermedad, pero no consigues alivio? ¿Por más que has visitado diversos especialistas y te medican fármacos no consigues solución a tu padecimiento? Esto es más común de lo que pensamos. Son muchas las personas que han hecho hasta lo imposible desde el punto de vista médico-científico para aliviar los síntomas de sus dolencias, pero por más que siguen al pie de la letra las indicaciones de sus médicos no consiguen resultados satisfactorios.
No hay lugar a dudas de que existen razones genéticas y propias de la fisiología de las personas. Pero… ¿sabías que también hay otros motivos de carácter espiritual y energéticos vinculados con nuestros ancestros?
Es por esto que los seres humanos tratan de buscar una solución a sus dolencias y sufrimientos con terapias alternativas que van desde la Hipnosis Clínica hasta las Constelaciones Familiares. Esta última busca las raíces de las enfermedades dentro del sistema familiar y los ancestros, es decir, se pueden encontrar las causas de tipo emocional y afectivo que se quedan ancladas en los patrones de comportamiento y se transmiten de generación en generación.
Así es. Algunos especialistas como Hausner, señalan que las enfermedades siempre tienen acontecimientos multifactoriales, es decir, que hay un componente físico, emocional, espiritual y probablemente también un componente familiar. Este conjunto de leyes naturales, familiares, sociales y espirituales que rigen el funcionamiento de los núcleos humanos es lo que Bert Hellinger llama los “órdenes del amor”. Cuando este orden se transgrede, se originan los conflictos y las discordancias internas que se manifiestan en patologías individuales, familiares, grupales o sociales.
No hay que olvidar que la familia es nuestro más estrecho marco de relaciones. Desde que nacemos formamos parte de este sistema afectivo cuyo equilibrio armónico está en función de factores que muchas veces desconocemos y de los cuales depende en gran parte nuestro destino.
La terapia de constelaciones familiares busca reconocer esos patrones familiares y ponerlos en conexión para que el individuo logre equilibrar su vida, y la provea de recursos para sanar y desarrollarse. De este mismo modo sucede con las enfermedades: cuando se logran identificar los patrones de conducta y de enfermedades en nuestro sistema familiar, las fuerzas energéticas sanas volverán a asumir su dominio original, es decir, una persona recobra su salud al restaurar las partes negadas o reprimidas. De modo que, como señalan Dethlefsen y Dahlke (1983) “los síntomas se revelan como manifestaciones físicas de conflictos psíquicos y su mensaje puede descubrir el problema de cada paciente”.
Cuando la enfermedad aparece en el cuerpo físico, es porque ya el Alma está enferma y todo se va afectando por capas. Y lo más lamentable es que, por más que se intente, los síntomas atraen toda la atención del individuo, todo su interés, robándole energía para continuar con su vida normal. Por eso, con el enfoque sistémico se descubre la raíz de lo que originó la enfermedad, sin juicio, sólo para entender que fue la mejor manera que consiguió para sobrevivir, siempre con un sentido biológico positivo.
¿Qué se busca analizando a las personas desde un enfoque sistémico?: Que entienda que la raíz de su enfermedad está en ella misma, que la “enfermedad” es una forma de lenguaje del cuerpo que te dice que no estás tomando las mejores decisiones y que eres TÚ quien debe aceptar que algo no está funcionando en la forma como fluye tu vida, que debes transformarte desde tu interior para sanar.
Unas de las características resaltantes que tiene el enfoque sistémico en comparación con la medicina tradicional es que concibe a las enfermedades como una consecuencia de nuestro sistema familiar, además de que se analiza cada parte del cuerpo como “un todo”, por lo que debe verse y tratarse de forma holística y no por separado. Por otra parte, en lo sistémico se libera la enfermedad dándole su lugar ancestral, en vez de luchar o anular su significado en el tiempo presente.
¡Descubre lo grande y maravilloso que eres desde tu Ser interno, ese es tu mayor valor! Suelta todo lo que te pesa, aligera tus cargas y podrás caminar mejor y con más Luz…esa Luz que se te entregó cuando naciste, cuando decidiste llegar a esta dimensionalidad.